Una vez más, andamos por aquí para traeros un nuevo capítulo de una de nuestras series. Este veranito andamos bastante más liados de lo normal, entre trabajo, vacaciones y lugares sin internet, pero intentaremos estar todas las semanas por estos lares, trayendo vuestra droja. En esta ocasión, toca Cuentos de Japón.
Las tres historias son, como siempre, de lo más particulares y con sus moralejas. En la primera veremos que a veces hay que hacer lo que nos dicte el corazón y no lo que se nos ordene. La segunda, como recordaréis, es un cuento que ya salió anteriormente y nos habla sobre las funciones de ciertas entidades superiores y dioses. Y, finalmente, en la tercera, veremos que a veces las bromas pueden salir un poco caras.
Esperemos que estéis pasando un buen verano, caluroso por aquí y frío por el hemisferio sur (yo me iría ahora mismo para allá si pudiera xDD). Y ya sabéis, a pulsar sobre uno de los enlaces para poder descargarlo y disfrutarlo.
Sí, lo sé, me he retrsado mucho en visitaros pero es que son unos días un poco complicados. Así que, como dicen que más vale tarde que nunca, aquí estoy para agradeceros la publicación de más cuentos tradicionales nipones. 🙂
Que tengáis buena semana.
PS. ¿Has escrito esta entrada tú, Berenir?
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Pues lo has adivinado, esta entrada la ha escrito él. ¿Cómo lo has sabido?
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Porque soy el más soso de los tres y tengo un patrón demasiado definido xDDD.
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Os equivocáis, gente: ni soso ni nada, ha sido la alusión al clima. Todos sabemos que nuestro querido Berernir adora el frío, ¿verdad?
Un saludo, gente, y disfrutemos lo que se pueda de este respiro que nos da el verano esta semana. 🙂
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