Pasarse de listo

Es encomiable todo esfuerzo que se haga por el bien de la lengua. Al final, los granitos de arena se van amontonando y puede que la montaña no se venga abajo y quede firme —aunque yo no estoy tan seguro—. ¿Qué problema hay? Que entre tanto granito de arena hay alguno que es de cal. Hace un par de meses vi circular por la gran red mundial una norma ortográfica que era totalmente falsa. ¡Mucho ojo, que los hay con intenciones más destructivas que constructivas! La dudosa norma decía lo siguiente:

«Diferencia entre «quizá» y «quizás»:
Cuando la siguiente palabra comienza por consonante, se usa «quizá». En cambio, cuando la siguiente palabra comienza por vocal, se usa «quizás»».

La repercusión, que espero que no haya sido demasiado importante, me preocupa, ya que había bastantes comentarios positivos acerca de la norma —con tono de que habían aprendido algo que antes no sabían—. Por favor, es importante que sepáis que esta norma es inventada. No existe tal norma. La RAE especifica de manera muy clara en el Diccionario panhispánico de dudas que «quizá» y «quizás» son completamente equivalentes e intercambiables en cualquier situación. Seguir leyendo

Crisis entre los dignatarios

Por petición, la dosis de hoy versa sobre personas con cargos importantes. Personas a las que, últimamente y para muchos, cada vez menos se las tiene en un pedestal. Debe ser cosa de la crisis.

Al tema. Hay varios sustantivos que designan títulos nobiliarios, cargos públicos y similares, como «rey», «papa», «presidente», «infanta», etcétera. Estos, en determinadas circunstancias, podían —aunque nunca era obligatorio— ir con mayúscula. No obstante, con los cambios recientes en la lengua española —¿influenciados por la crisis?—, ya jamás se escriben con mayúscula inicial en ningún caso. No importa que se refieran a la familia real de España, al mayor cargo religioso o al líder de una república bananera con más ego que sirvientes. Es completamente incorrecto escribir, por ejemplo, *el Rey Juan Carlos I. Debe ser el rey Juan Carlos I.

Una consideración, sin embargo. Se debe ir con ojo a la hora de consultar el DPD en línea, puesto que a día de hoy, 3 de abril de 2013, todavía no está actualizado conforme a los cambios de 2009 y 2010. Por tanto, se sigue reflejando la norma anterior bajo el apartado 4.31 del artículo temático «mayúsculas».

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