Ayer fue el Día del Padre y como regalo a los padres ─alguno habrá al que le gusten los cuentos, ¿no?─ os traemos una ración de Cuentos de Japón. En esta ocasión, los tres cuentos tienen una moraleja bastante parecida: las buenas acciones con el prójimo siempre son recompensadas de alguna forma. Y como curiosidad, ¿nunca os habéis planteado por qué el mar es salado? Si queréis saber cuáles son las recompensas y el porqué de esta pregunta, solo tenéis que descargaros el capítulo para descubrirlo.