Bueno, donde vive el que suscribe estas líneas sí que hay. Y a unos míseros quince minutos a pie. Quizás no sea aún verano en la vida real, pero Shouta y su grupito —en el que se incluyen sus dos churris postizas— han ido a pasar una buena temporadita a la playa. ¿Qué ocurre? Que quien no llora… pues no mama. Ser un caballero con dos señoritas tan distinguidas hace mellas en el bolsillo, así que, para Shouta, revolcarse en la arena y el agua, poco. Descubrid qué penurias tendrá que superar en este nuevo capítulo de Koisome Momiji, el cual puede descargarse o leerse en línea haciendo clic en uno de los enlaces convenientemente ofrecidos a continuación.
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